Me llamo Marisol Meiriño y en estos momentos seguramente esté en un escritorio haciendo cálculos, programando una entrega del exterior o haciendo pago a proveedores. Claramente no es lo que quiero para mi vida, ya que mi pasión son los hilados y el tejido. Es por esto que  me animo a ingresar al mundo emprendedor y aquí estoy. 

 

Vivo en la ciudad de la furia como decía el genio de Cerati, al sur de la Capital Federal en un barrio hermoso llamado Villa Soldati. Este es el barrio donde nací, me formé y hoy decido vivir. Tengo dos hijos Malena y Franco, mis dos grandes amores, dos perras Bella que es una caniche y Catalina una Dachshund mini. También vivo con mi amor, mi compañero de vida, la persona que me apoyo en este emprendimiento y el creador de la tabla bloqueadora de grannys! Sí es un fenómeno el flaco. 

 

Si me preguntas: ¿Que es el tejido? Para mi el tejido es MAGIA y esa magia se hace con unas varitas que se llaman agujas de crochet. 

El tejido está en mi vida desde que nací, mis dos abuelas Zulma y Pura, mis tias maternas, mi mamá. Recuerdo que cuando iba a la casa de mi tía Olga ella decoraba todo con tejido e incluso la tapa de la pava tenía un sombrerito tejido que yo sacaba y colocaba, obviamente la azucarera y la yerbera hacían juego. Los tejidos de mi tía Titi siempre están presentes, sus saquitos eran los que abrigaban a mis hijos en invierno. Es por eso que el amor por los hilados viene de muy chica, ellas y mi mamá me enseñaron los primeros puntos que luego  con el tiempo y la práctica fui perfeccionando. 

 

Por eso digo, tejer es algo mágico y si te regalan una prenda tejida atrás de ese regalo esta una GRAN tejedora que puso su corazón, tiempo y amor para que vos recibas un producto terminado de manera artesanal. 

 

El tejido es conexión, inspiración, terapia, amor y sobre todo una forma de expresarnos. 

 

¡Gracias por leerme, gracias por haber llegado hasta acá, gracias por acompañarme en este camino!

 

Besos. 

Mari.